¡HOLAAA!! ¿Cómo estáis?
El otro día nos trajo Ricardo a Dina, ¿sabéis quién es? Es un robot social, morí de amor con ella. Así que os voy a contar un poco sobre los robots sociales.
¿Qué son?
Los
robots sociales interactúan y se comunican con las personas de forma humana con
comportamientos y normas sociales. Tienen la apariencia de humanos o seres
vivos, y a su vez tienen habilidades, lo que hoy conocemos como inteligencia
emocional. En algunas ocasiones pueden dirigirse por control remoto y en otras por
su propia autonomía.
Algunos beneficios de
estos robots son los siguientes:
-
Tienen habilidades sociales y por esto se
les puede utilizar como acompañantes. Estos son programados para poder tratar
con humanos y poder interpretar conductas sociales.
-
Pueden realizar tareas más autónomas,
recopilar información, la reproducción de canciones y buscarlas.
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Son capaces de reconocer la voz humana y
por tanto sus órdenes e incluso algunos de sus movimientos.
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Tienen un aspecto más humanoide que los
robots anteriores.
Si lo llevamos al ámbito educativo, estos robots
pueden ser de gran ayuda de asistencia social. Algunos de los robots educativos
que podemos llevar al aula son los siguientes:
Robot Tega
Este robot puede interpretar la respuesta emocional del alumno con quien está trabajando. Según sus creadores del MIT, en pruebas realizadas en al aula de preescolar, el sistema puede ir mejorando según las respuestas del trabajo con cada alumno.
Robot Nao
Pepper
Robot japonés utilizado para dar clases particulares o de apoyo en las escuelas.
Pleo V2
Este robot es Dina. Reacciona ante las emociones de las personas y este evoluciona desde un dinosaurio bebé hasta un adulto. Reconoce su nombre y aprende trucos y hasta enferma si no le cuidas.
Por tanto, estos robots educativos son toda una revolución tecnológica. Bajo mi punto de vista son un recurso que nos puede servir de gran ayuda en el aula aportando las siguientes cosas: los chicos con ellos pueden aprender a programas, sensibilizan con ellos, comprenden las diferentes emociones, aprenden a empatizar, cooperación en grupos, fomentar la creatividad y la autonomía. Por tanto, estos robots pueden verse como una distracción, pero nos pueden servir de gran ayuda con los chicos indudablemente.
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